el teatro y yo

Bueno pues acerca del post pasado no hay nuevas noticias...realmente son asuntos lentos y tienden a tardar un rato en solucionarse así es que en cuanto pase algo al respecto posteare, mientras tanto cambiaremos radicalmente de tema.
Yo he estudiado muchas cosas, mucho tiempo tuve la idea fija de ser actriz...jajaja me dediqué toda mi infancia y adolescencia a involucrarme lo más posible en el mundo del teatro, protagonice absolutamente todas las obras escolares, ayudé a dirigir las más que pude, adapte guiones, me metí a cuanto taller de teatro se me puso enfrente, leí lo más que pude, practique frente al espejo horas, aprendí de memoria obras completas, asistí a todas las obras que se presentaron en Cancún (ahí crecí y no había mucho que ver, claro en las vacaciones que regresaba al DF me echaba todo lo que encontraba), armé pequeñas presentaciones en la sala para mi familia (esas cosas eran divertidisimas, disfrazar hasta al perro jajaja, pero esa es madera para otro post), así fui viviendo el teatro a mi manera y con tanto amor por él que nunca dude ni por un segundo que esa era la carrera para mi.
Justo entrando a la pubertad regresé al DF, estando aquí tuve muchas más oportunidades de estar en buenos talleres, de conseguir libros, de ir al teatro, y conocí (bueno mi madre que es terapeuta me la presento) a mi hada madrina del mundo artístico (en el buen sentido de la palabra), ella es una gran actriz, obvio no muy conocida, pero a mis pubertos ojos la mejor actriz del mundo, ella me daba consejos, me contaba la dura realidad del teatro en México y me animaba a seguir adelante.
En mi familia tomaron muy en serio mis aspiraciones, mi mamá se dedicó a seguir a un actor genial que vive aquí también en la condesa para que me diera consejos, me la pase escondiéndome de él (era el Oso tener que seguirlo jajaja). Mi papá me dijo que si quería ser actriz tenía que estar buena y se dedicó a decirme gorda (según él era su manera de empujarme a hacer ejercicio, su idea de estar en forma es levantarse a las cuatro de la mañana a hacer yoga, luego correr dos km y nadar otros tantos, claro que el vive en Cancún lo cual le facilita eso de correr en la arena y nadar en el mar). Por otro lado mi abuelo creó unas pólizas de entretenimiento y comenzó a asegurar películas, y me prometía que el me iba a meter al mundo del cine, mientras que mis tíos se dedicaron a decirme que con mi nariz, mi frente o mi espalda era una imposibilidad salir algún día en la tele, pero que para el teatro no había tanto problema, mi belleza inoperada era suficiente, claro que si quería ellos me ayudaban a conseguir un cirujano plástico...a los doce años todas estas cosas tienden a afectar la autoestima, pero no me importaba, creía que mi talento era más que suficiente para hacerla, era realmente muy ingenua.
este post continuará...