jueves, 26 de junio de 2008

Carta a Sita

Muchas veces dudo de la existencia de un ser superior y veo tu sonrisa me doy cuenta que no importa.Cuando me enteré de tu existencia en mi vientre me dije por fin llegó a mi vida la niña con la que he soñado desde niña.Siempre supe de ti, de tu existencia cerca de mi, de que llegarías a mi vida en cualquier momento.Tu corazón comenzó a latir dentro de mi, conectada a mi, y cada célula se formo de mi, pero la que empezó a vivir fui yo.Muchas veces no tengo paciencia, muchas veces no soy lo mejor que podría ser. Pero tu existencia me enseñó lo que es el amor.Ahora que vas a tener una hermana me pongo a pensar que es casi imposible repetir este nivel de amor, pero si lo fuera nunca sería el primero y tu siempre tendrás esa ventaja, si algo puede agradecer tu hermana es que gracias a ti yo ya soy capaz de amar.Me vale madres ser cursi, te amo y se que todas las madres (bueno no todas y eso es incomprensible y muy jodido) sienten este amor, estas ganas de que siempre seas bb, de tenerte siempre en mis brazos, de que nunca te vayas y ese orgullo de verte cada día más grande, cada día mas inteligente, más independiente. El día que no este aquí sólo quiero que sepas que nada me llena el corazón como tu y siempre quise lo mejor para ti, y si me voy se que te dejo el mejor papá del mundo.Si estoy siempre seré lo mejor que soy para ti.

martes, 24 de junio de 2008

Parir en casa

Para los que no lo leyeron en siriusfem.com aquí esta mi artículo del parto en casa.
por cierto lean toda la revista es genial.


Decidí tener a mi bebé en mi casa, con parteras y no recurrir -a menos que sea totalmente necesario- a un hospital. Esto me llena de un enorme orgullo (hacia mí misma), pero también me di cuenta de la gran responsabilidad que es hacer algo así y de la obligación que tengo de estar informada y completamente preparada.

Me he puesto a investigar y a leer experiencias de otras mujeres, y ahora estoy más que traumatizada. ¿Por parir? No, no por parir, sino por la excesiva ignorancia y miedo que existe en el mundo (obviamente es menor en países primermundistas europeos); por la impresionante capacidad de las mujeres a cerrarse y a no querer conectarse con sus cuerpos y con sus hijos. El miedo a sentir cualquier cosa que pueda ser desagradable y la ignorancia al poner sus vidas y la de sus descendientes en manos de un doctor que por comodidad es capaz de causarles daño.

Pero vayamos por partes, no todos somos expertos en nacimientos, partos y procedimientos.

Cuando te enteras que estás embarazada pasan muchas cosas: te emocionas, fantaseas con tu hijo y, por lo general, tratas de pensar lo menos que puedas en el parto. Vas con tu ginecólogo y sin preguntarle tus opciones, aceptas los términos y condiciones que él/ella plantea y crees, sin lugar a dudas, que es lo mejor para ti. Tal vez tienes menos suerte o no cuentas con la capacidad financiera para ir a un hospital privado, por lo cual aceptas que el seguro te diga cómo tener a tu bebé, sin que tu pareja esté presente y nadie te explica tus derechos como mujer embarazada.

Pero quizás el miedo al parto o la curiosidad o la valentía te den fuerzas y decidas investigar cuáles son las posibilidades de acuerdo a tus recursos.

Como mujeres embarazadas tenemos muchas opciones para un parto respetado, libre, y sin violencia, en el cual no se nos haga una cesárea innecesaria, o procedimientos invasivos que finalmente sólo sirven para que el doctor pueda trabajar más cómodamente y con mayor rapidez.

Cuando me embaracé por primera vez decidí tener un parto natural sin anestesia, no quería que me quitaran la oportunidad de sentir a mi bebé saliendo de mi cuerpo. No fue una decisión fácil, tuve que aguantar caras de "¡Aaay, qué loca!", o de "Pobre no sabe lo que le espera”. Y tenía miedo, pero no tanto; siempre supe que podría aguantarlo y como no tenía idea del dolor, no me preocupé mucho. Lo que sí me costó mucho fue encontrar a algún médico que respetara mi elección. Me topé con muchos tipos de ginecólogos, pero el 80 por ciento me dijo que por ser mi primera vez tendría que ser cesárea, y el 99 por ciento me dijo que “no eran enchiladas” y que no podría hacerlo sin epidural, pues dolía mucho. Aún así seguí buscando y finalmente encontré un doctor maravilloso que respetaba mi decisión (nunca entendí por qué tendrían que ser ellos los que decidieran) de tener un parto natural.

Mi parto fue hermoso y doloroso, pero me sentía feliz porque había sido natural… aunque hoy me doy cuenta de que no fue natural, ya que se usaron muchos procedimientos invasivos y no necesarios, además, de que fui tratada como una enferma que estaba siendo salvada por los doctores y enfermeras del hospital.

¿Cómo llegué a esta conclusión? No fue sino hasta ahora que leo e investigo acerca de todo lo que sucedió:

Antes que nada me mandaron a hacer un examen para ver si mi cadera era lo suficientemente ancha en comparación con la medición de la cabeza del bebé. Este examen es algo arbitrario pues la cadera sin haber entrado en parto, puede ser angosta y se ensancha durante las contracciones. El bebé no va a nacer sin que se expanda la pelvis; entonces, en la mayoría de los casos el resultado es que la cadera es menos ancha que la cabeza del pequeño… por lo que mandan a hacerse cesáreas innecesarias, favoritas de la mayoría de los ginecólogos(as), ya que cobran mucho más por ellas, las pueden programar y, además, requieren de menos interacción con la madre.

En mi caso, llegando al hospital y teniendo ya 7 centímetros de dilatación, me administraron Oxitocina, la cual es una sustancia que acelera las contracciones y hace que el parto, aparte de ser más doloroso, sea más rápido y menos natural. La Oxitocina está indicada a mujeres que están en trabajo de parto y que llevan tanto tiempo con contracciones que el bebé ya presenta sufrimiento fetal. Y con todo y eso, la OMS no lo recomienda; pero claro, el doctor puede llegar más rápido a su casa. Después, me colocaron una bacinica y con un ganchito me cortaron lo que conocemos como fuente, lo cual es considerado una violencia innecesaria y contraproducente en el parto natural y antiviolento del bebé, que necesita toda la ayuda del mundo.

Finalmente, el médico me practicó la episiotomía (es un corte en el perineo para “evitar” desgarraduras), aunque ésta sólo es recomendada en un 5 por cientos de los casos, según la Organización Mundial de la Salud. Aún así se practica en casi cada parto ya que es más fácil para el doctor. No se debería de hacer porque una mala suturación o un mal corte son mucho más peligrosos que un pequeño desgarre que casi no sucede cuando la persona que atiende el parto sabe cuidar del perineo para evitarlos.

Pero lo peor de todo fue que en un hospital no te dejan pararte de la cama, te dejan acostada y esto evita que sigas tus impulsos naturales y que dejes que la gravedad y el bebé te ayuden a que nazca más fácil y de manera menos dolorosa. El mismo Alejandro Almaguer González, director de Medicina Tradicional de la Secretaría de Salud, apuntó: “la forma de acostar a la mujer en una cama alta fue para comodidad del médico, se apropió y empezó a enseñarse como hegemónico”.

Mi situación fue muy privilegiada, y estoy consciente de eso. En primer lugar tuve acceso a un curso psicoprofiláctico, tuve la oportunidad de escoger a quien mejor me pareció, escogí el hospital, tuve acceso a información y evité que me hicieran una cesárea.

Ahora soy aún más privilegiada porque puedo elegir todo lo que quiero para mi parto, puedo elegir la mejor postura para acomodarme, puedo elegir caminar o comer, puedo elegir no ser tratada como enferma terminal (por esto me parece aberrante que las mujeres usen el término “aliviarse”, no están enfermas y nadie las está curando), puedo elegir quién quiero que entre a mi parto, puedo elegir si mi hija se encuentra a mi lado viendo a su nuevo hermano/a nacer. Puedo elegir a la partera que yo quiera, elegir la música que oír; saber que no voy a ser maltratada, que no van a usar procedimientos innecesarios.

Puedo elegir otras alternativas a la anestesia, como la acupuntura, la homeopatía, el reiki, la terapia craneosacral; puedo sentirme segura de que en cualquier emergencia me puedo mover a un hospital; puedo estar tranquila de que en mi casa me puedo bañar, meter a una alberca especial para parir; que puedo gritar sin ser callada porque ay no aguanta nada; que puedo llorar, reír, disfrutar, bailar, cantar y ser yo en algo que es algo sólo mío y de mi bebé, que es algo que yo voy a hacer sola, no lo va a hacer mi partera, mi esposo o el ginecólogo. Es algo íntimo, especial, mágico y a la vez natural. Y tengo el derecho a elegir lo que es mejor para mí y para mi hijo. Merezco elegir que me den al bebé en cuanto nazca y que no sufra violencia al venir al mundo y ser arrancado del vientre para ser inyectado, limpiado, restregado sin siquiera haber sentido la piel de su mamá como sucede en la mayoría de los hospitales, donde no respetan ni a la mujer ni al recién nacido.

No es necesario que el bebé sea limpiado ni inyectado ni nada de eso hasta después de dos horas de haber nacido. Sé que tengo la opción de elegir a alguien que me lo dé en el momento de nacer para que tome leche materna, sin que le den primero fórmula y lo metan a un cunero mientras “descanso”. Sé que tengo la oportunidad de escoger que mi esposo esté presente y viva el momento del nacimiento de su hijo como algo que también tiene que ver con él, que viva la experiencia de ver la culminación de algo en lo que también participó, que es el papá y pueda darme la mano mientras pujo, mientras se acerca el momento de que vea a su vástago, que pueda estar cuando nace y que pueda compartir la tremenda y hermosa intimidad de algo tan natural, de algo que está dentro de nosotros, de algo primordial y animal, que podamos ser seres humanos, animales y una familia.

Sé que soy privilegiada porque conozco ésta posibilidad, pero sé también que puedo compartir con ustedes esto: todas tenemos la opción. Sin importar nuestra capacidad económica (hay parteras de todos los precios), podemos elegir tener nuestro parto como queramos, pero principalmente, estando informadas, sabiendo que porque un doctor haga algo no quiere decir que es lo mejor. En mi experiencia, los ginecólogos estudian el útero, las parteras estudian a la mujer; son cariñosas, respetuosas y sabias.

No digo que es la única opción válida para tener hijos, tampoco digo que esté mal hacerlo de otro modo, pero lo que sí afirmo es que todas tenemos la obligación de estar informadas y tomar una decisión desde el punto más natural, menos egoísta, menos doloroso o peligroso para nosotras y para nuestros hijos.

Porque no por desidia o por miedo a sentir vamos a poner en riesgo algo que jamás ha sido peligroso.

Para más información, les recomiendo las siguientes páginas:
http://partonaturalhumanizado.blogspot.com
http://www.espacioblog.com/porunpartorespetado
http://www.elpartoesnuestro.es
http://www.episiotomia.info
http://www.crianzanatural.com

lunes, 16 de junio de 2008

me hicieron fraude

Si regrese a escribir es porque aunque ya no recuerdo como hacerlo, me siento de la chingada, o tal vez peor, bueno el punto es que fui a comprar un coche a un lote, si ya se que pendeja, como a un lote si son unos tranzas y la chingada, bueno pues me apendeje y fui, bueno despues de pagar el enganche, de firmar 37 pagares y el contrato , cuando iban moviendo el coche para dármelo se apareció el gerente del lote y me dijo a oye no te vamos a dar tu coche porque creemos que tu aval vende firmas, y yo asi de que????? y eso que tiene que ver conmigo?? y pues me dijeron te podemos meter a la cárcel por querernos hacer fraude, así que no me quisieron dar el coche, mi dinero o mis papeles...si así como se lee me robaron de la manera mas pinche que se pueda robar a alguien en su pinche jeta, y yo me saque de onda , comencé a llorar, mi hija también, y ellos así de uy señora le va a hacer daño a su embarazo. Que pinche cinismo no?? Y luego cosas como uuy si no estuviera embarazada nos la madrearíamos, yo que usted me íria.......AAAA!!!! Obvio le hable al aval y el guey en su vida había ido al lote este, y pues es amigo de la familia de mi esposo tonces no hay nada de nada solo me robaron así porque si.
Lo mas divertido es pasar horas en el ministerio publico (por cierto nunca había ido a uno y seré una ingenua ñoña pero que horripilante es nuestro sistema y la burocracia, y que miedo da), y no solo horas si no días...y lana tras lana, y estress y claro sintiéndome culpable por estar asi para Sarah...pero que importa tengo que resolverlo yo, mr. barbas dice q se pondría en mi lugar pero no se puede, esto lo tengo que vivir yo....y obvio mi familia siempre super apoyadora...mi papá con cosas como es tu karma, te lo merecías etc etc. Mi mamá se fue de viaje y ni se inmuto bueno solo un momento para decirme pendeja por ir a un lote, y luego siguió con sus planes, mi hermano se burlo...x los mande a todos a la chingada...estoy de la fregada me siento bien pinche....
Necesitaba desahogarme, lo bueno es que tengo un abogado chingón, pero siento que todos me tratan como aaay pobrecita es que como esta embarazada exagera todo, y pues no se si exagero pero asi me siento, entre las hormonas, el estress, y ser nueva en un pedo así, osea que tengo que nacer con callo de culera? o de vivida? o de delincuente?????
Carajo.....y supongo ni a quien le importe aqui, porque como no escribo ni comento ni quien se entere de que regrese, bueno ni modo, aaaaaaaaaaaaarghhhhhh.
encontraré justicia?? es mi karma??
carajo carajo carajo