martes, 23 de junio de 2009

la profundidad de parir

Esto lo escribió Cristin en respuesta a un desahogo por un parto traumático, me pareció hermoso y muy cierto todo lo que dice, así que con su permiso lo copio aquí por si puede ayudar a alguien más:
El parto es un trauma, alguna habrá que diga que no lo pasó mal, pero son la minoría, la ralidad es que nadie te prepara para lo que se te viene encima, como se pare continuamente se comete el error de banalizar, cuando la realidad es que es una experiencia que te sobrepasa, que te pone del revés, es una pequeña muerte, el dolor rompe todas tus defensas, te desnuda frente a la verdad de que no eres dueña de tu vida, te asusta... no, en realidad te acojona....te vuelve completamente vulnerable, y te ves de repente en una frecuencia que no habías ni intuido que existía, tan a salvo estamos siempre que nos sentimos poderosos, creemos que tenemos el control, creemos que tenemos derechos.... y no recordamos que es un milagro estar vivo, que es un privilegio que no nos pertenece... recuerdo que tras el parto alguien vino a mi habitación comentando como de pasada la última noticia del telederiario, sobre que un hombre había quedado atrapado vivo en su coche en un accidente y que para cuando lograron ir a rescatarlo había muerto... ese tipo de noticias que escuchamos sin oir tantas y tantas veces... pués recuerdo que en ese momento, la noticia me heló la sangre , me metí por un momento en la cabeza de ese hombre anónimo, sentí algo muy raro, como si estuviera en su pellejo casi pude oler su miedo ante el dolor, la soledad de sentir la muerte cerca sin nadie a quien asirse... me dió mucha mucha tristeza por él... y me chocó sentir así porque lo normal es quedarse en el dato y ya está, no trascendemos los hechos, no conectamos con las emociones de la gente, jamás estamos en esa sintonía tan abierta y tan empática, jamás estamos tan fuera de nuestro ego como en ese momento, en el que nos hemos disociado de nuestro cuerpo, del que nos hemos distanciado sin saberlo, ante su traición al hacernos sentir tanto dolor, la maternidad te abre una ventana en el alma, le concede protagonismo, nos hace ver por primera vez la vida con sus ojos.... los del alma, no los del cuerpo, por primera vez ves la realidad, eres mejor persona, más empática, más consciente, más vulnerable, más humilde...
Pero el problema es que no estamos preparados, y la experiencia se nos queda grande, nos quedamos con el miedo, con la humillación y el rencor que hemos sentido al necesitar tanto de la gente y sentirla tan lejana, nos olvidamos de que ellos como nosotros cuando nos sentimos seguros, no estamos en esa sintonia... no podemos culparlos de ser solo expectadores, a nosotros nos ocurre igual, el olvido nos permite continuar con la vida, con el día a día.
El miedo abre puertas, derriba muros, te deja desnuda, y tiritando... pero cuando pasa, tu ego se olvida facilmente, y vuelve a querer tomar el control, te pide que te enfades, que busques culpables... yo descubri que no los hay. si te han hecho cesarea ese será el problema, si no te la hicieron será ese otro, si intervinieron porque lo hicieron, y si no por desidiosos... cuando la única cosa que podríamos reprochar a la gente de veras es no haber sintonizado con nosotros, no habernos acompañado en nuestra soledad, no habernos querido hasta el punto de convertirse un poco en nosotros para haber así podido compartir la carga de ese momento, seguro que recuerdas más los gestos que las acciones, las palabras que las maniobras... lo que realmente les reprochas es su falta de amor...
pero si eres objetiva sabrás perdonar, porque es lógico que no estemos siempre en esa sintonía que te comento, ¿te lo imaginas?, uff no podríamos superar las tristezas del mundo...
Pero se ve que esa apertura emocional viene con el lote de la maternidad, se ve que es necesaria para capacitarte en el cuidado de otro ser humano, uno que va a depender absolutamente de tí, sin ese sentimiento nos los protegeríamos igual, el amor de madre ese del que hablan... ¡porqué te cres que es tan fuerte, tan especial, tan sobrehumano?

Yo siempre he dicho que todo el mundo debería parir, sobre todo los hombres, todos deberíamos pasar por esa experiencia, el mundo sería sin duda un lugar mejor. A ver quién tenía huevos de quitar vidas despues de haberla dado, después de haber sentido el milagro que conlleva y haber experimentado la piedad ante el dolor universal que nos iguala... sentiriamos todos más lástima del ser humano y menos rabia ¿no?