continuación.

Algunos lo saben, el camino al aeropuerto en Cancún es largo para esas distancias y sentía que cada contracción me iba a asesinar del dolor, pero aún así podían pasar hasta 10 minutos sin ellas, aparte quería ver a mi mamá, como niña chiquita quería su mano, extrañamente no era porque tuviera miedo, en realidad no tuve nunca miedo, sólo quería sentir apoyo femenino.
Me vió y saltó
- estás enorme!!!- dijo con cara de susto - y tienes cara de parto!!!!!
- si ya tengo contracciones
- felicidades!!!
Me abrazó y subió al coche para compartirme su sabiduría de madre de tres, decidimos ir a pasear a la zona hotelera, quería ver el mar y mr.barbas tenía una lana que cobrar así que nos lanzamos.
Igual los que no son papas se pregunten por que carajos no estábamos en un hospital muriéndonos de miedo y todos gritando como en las peliculas y porque no había nacido ya, bueno pues en mamas primerizas el trabajo de parto puede durar hasta 30 horas, así que no quería ir a estar en la cama de un hospital tanto tiempo, ya teníamos pensado intentar llegar al hospital hasta el último momento para estar lo menos posible ahí.
llegamos a una famosa plaza de la zona hotelera y mientras él cobraba, mi madre y yo paseábamos, cada contracción me hundía al suelo, cada una era más fuerte y horriblemente más dolorosa, pero entre una y otra veía con claridad el mundo, era una sensación de fiereza incomparable.
-tengo hambre- dije con mucha más convicción de la que sentía en realidad.
- dónde quieres comer?-
- me vale, sólo quiero irme de aquí e intentar comer algo, no quiero vivir esto con el estómago vacío- creo nadie capto, o fue pésimo el chiste, así que nos fuimos a comer.
Después de no lograr comer casi nada, nos dirigimos a la casa, mi madre nos enseñó todos los regalos que traía, yo sólo atinaba gritar y hundirme en el suelo con cada contracción, ya estaban más y más cerca pero aún no lo suficiente como para ir al hospital.
Mi madre cansada de intentar chantajearme para que la dejara ir conmigo al hospital (mr.barbas y yo habíamos quedado en que era algo sólo para los dos y que queríamos pasar los primeros 3 días solos con ella, que no queríamos a nadie así que mi mamá quedó en llegar e irse a tulum, cosa que no quiso hacer) y después de una media hora de viaje culposo y de mantenerme firme se fue a dormir.
Apagamos la luz, prendimos un incienso, me senté en una de esas pelototas de pilates (conseguida para la ocasión), pusimos un mantra hindú y comencé a respirar como había aprendido, a permitir que el dolor pasara a través de mi, mi mente se alejó del momento, se elevó, mi cuerpo dejó de sentir para comenzar a observar. Me veía sentada con las piernas abiertas sobre la pelota, con mr.barbas arrodillado frente a mi tomándome las manos y cantando los mantras casi en estado de meditación.
De pronto abrí los ojos. No podía más, el dolor era insoportable, me valieron los mantras, el incienso, la oscuridad, la pelotita, las contracciones eran inaguantables,
-me voy a morir!!!- grité
Asustado él llamo al doctor y le contó de las contracciones,
-son cada 4 min.
-ok, pues es momento de que se vengan al hospital.
- vamos para allá.
Mr. barbas se puso tan nervioso que de alguna bizarra manera se partió los jeans y los destruyó completamente, se cambió y mientras lo esperaba me despedía de mi mamá que medio abrió los ojos (ella se duerme a las ocho, osease las once y media es mucha madrugada para ella), y me dijo:
- lo peor ya pasó vas a ver.- mensa de mi le creí!!!!
recuerdo haber volteado y junto a la puerta haber visto la araña más grande y peluda del mundo, entre grito y grito de las contracciones logré hacerme entender por mr.barbas para que la sacará lejos de la casa, me subí al coche y voltee a ver el cielo, la luna estaba justo a la mitad, y en ese momento me llegó un mensaje de mi hermana de alma mrs. hadamadrina via cel (no soy tan mágica todavía) para decirme que todo iba a estar bien....
continuará