lunes, 3 de septiembre de 2012
5 años
Comencé este blog cuando mi abuelo murió. Necesitaba el desahogo.
Ahora no escribo, comparto imágenes desorbitantes, fotos que yo saco y pornográficas varias. Casi nunca escribo. Mi nuevo blog dice mas de mi que leer todos los posts hipócritas se este. Lo leo y me da asco, ¿quién es esta tipa que escribe para los demás y nunca dice la verdad?
No me leo, no me conozco, o estoy muy desconectada. No me encuentro.
Ahora ya no soy miss pinky, la cursi que tenía miedo de decir que amaba, cogía o soñaba. Ahora soy la clementine tangerine, la Nats, la que a nadie engaña.
Ya pase por querer ser blogstar, sueño guajiro de una adolescente de mas de veinte. No me interesa ligar o tener fans, no quiero conocer a nadie y el pensar que pudiera conocer a alguien a través de mi nuevo blog me asusta mucho mas que enseñar esta cursilada .
Pero no, también esta rosa, ñoña fui.
También escribí con verdad, también me apasione con estas letras, con las respuestas y también conocí amigos, personas que siguen en mi vida como hermanos.
Ya no soy la misma que a los 24 pensaba que el peor dolor de la vida era darte cuenta que escribir no era ni seria mi mayor don y menos que seria mi carrera.
Ahora puedo aceptar que empecé este blog con ganas de sentirme apoyada para a la larga escribir de a de veras. Cual fue mi decepción al saber que no era ni tantito talentosa o interesante.
Lo superé al mismo tiempo en que tomaba conciencia del verdadero peligro del blog, mi peor error había sido escribir para otros, buscar la "fama" para sentirme bien, alimentarme de comentarios y visitas. Soñaba con recibirlos de quienes admiraba mas, acariciaba el Mail que me notificaba el nuevo comentario, pero jamás era suficiente. El vacío nunca se lleno.
Escribía para los demás. Era deshonesta. Y así decido vivir, no escribir. Ahora mi blog no refleja lo que quiero que sepan de mi, refleja lo que soy y mi vida es la mentira. Ya cambie un poco el libreto. Me entretiene mas. Al menos me resguarda mas.
Hace 5 años tenía una familia, papas, hermanos, una hija, abuelos y abuelas. Tíos, primos que eran amigos. Una ciudad vivida desde la condesa. Una casa, un camino espiritual, me creia única con la historia de mis papas hippies, creía en Dios.
Hoy soy cínica pero de a mentis. Soy huérfana de papá. No tengo mas abuelos y solo me queda una abuela. Mis tíos me ven como a la peste, mis primos se esconden de mi y la casa en la condesa es solo un letrero que reza: en venta. Tengo dos hijas, dos perros, corro para ejercitarme y vivo en el Caribe, por primera vez en mi vida disfruto esta pequeña ciudad. Siempre la odie por superficial, tetas, culos y caras operadas por todos lados, gringos abusivos, arte y cultura imaginarios y calor infernal. Hoy la amo por honesta, el calor derrite el maquillaje, te quita la ropa que usas para esconderte, mexicanos conscientes, naturaleza indómita y belleza real. Ardiente y pacifica vida. Paraíso de la crianza respetuosa.
Faldas cortas y escotes pronunciados. Hace 5 años yo no era mas que una hipócrita, tenía miedo de ser yo, exhibicionista, sexual, sensual, amante de los orgasmos, fanática del amor. Estaba llena de telarañas, en el proceso de pasar a ser quien soy estudie, llore, leí, ame, odie.
Pero nada me ha cambiado como la muerte de mi papá hace seis meses. Me rompió toda la existencia. Me desbarato. Hoy se que he vivido solo una parte del duelo. Hoy entiendo que no existe la clemencia, que un día estas, y en unas horas te asfixias en los brazos de tus hijos. Después de algo así aprendes mucho, valoras a las personas que están contigo. No por eso entiendo mejor las despedidas, cada una me duele peor que antes. No soporto el adiós cuando se tiene vida. Si la muerte no te lleva, si quedan posibilidades ¿por qué cerrar las puertas indefinidamente? ¿Para qué alejarte, mudarte?
Ya no soy la misma de hace 5 años, no soy ingenua, no soy la que pinta el cuarto de rosa.
Soy la que prefiere un poco de rosa, sobre el negro.
La que se delira de placer viendo un atardecer pero que no cree mas.
La que el dolor tiene vencida, pero que ama cada día, para vivir. Que ama para sobrevivir.
Al final soy la misma Nats, un poco mas cansada, con incipientes patas de gallo, la misma, 5 años mas vieja.
miércoles, 1 de junio de 2011
Puta
La primera vez que me dijeron puta perdí a mis mejores amigas, con tan solo 14 años y poca experiencia en la vida llegué de una pequeña ciudad fuera del DF a enfrentarme a la realidad de una secundaria distinta a lo que había conocido.
En esa época escribía cartas que enviaba por correo, cartas a las amigas que había dejado en mi antigua casa; les contaba cómo me asustaba mi nueva vida, del chico que me gustaba y de lo difícil que era hacer nuevas amigas. Cuando el niño que me gustaba me besó lo mandé por correo emocionada de compartir estas experiencias que me hacían feliz. La respuesta fue clara, “yo no me llevo con putas”. Mi momento de romance infantil había sido juzgado y nunca volví a saber de ninguna de ellas.
Pronto vi que en esta nueva vida todos se besaban con todos, todos fajaban con todos y aunque no quisiera tenía que hacerlo para no sentirme rechazada. Recuerdo la sensación de asco que me causaba participar en estos frees, la sensación de rechazo constante por las niñas que no lo hacían y las niñas que lo hacían y se burlaban de mí por hacer lo mismo. Nunca hice nada realmente sexual, era muy ingenua y sin hacer nada, tenía de las peores famas de la escuela, una puta.
Viví en ese año tres momentos de violencia sexual, cada uno peor que el otro, jamás me defendí, jamás dije nada, yo era una puta. Uno de los personajes de estos asaltos es miembro de mi familia, eso lo hacía peor, peor verlo en cada reunión familiar. Peor sentirme más puta cada que lo veía, peor cuando me pidió perdón diciendo que yo era tan bonita que no se pudo resistir. Era mi culpa, no había gritado, no había peleado, no lo había acusado. Mis escotes, mi fama, mis piernas, todo era una invitación a forzarme, como puta me lo merecía.
No me quería, ni siquiera creía merecer algo mejor, todos los días me encontraba con mi reflejo en el espejo y no veía nada más que lo que veían los demás, o al menos lo que creía veían en mí. Cualquier persona que me respetaba la alejaba, me parecía la peor trampa, si alguien finge que te respeta y quiere te va a lastimar más cuando te des cuenta que es mentira, y si fuera cierto yo ciertamente no lo merecía. Por eso la violencia y los abusos me venían bien, eran buenos castigos.
Recuerdo que fueron muy dolorosos, cada evento violento aparecía en distintos momentos, uno fue en un salón de clases, su amigo cuidaba la puerta, el otro me forzaba, me agarraba, me babeaba, y yo logré decir no quiero, me dijo, claro que quieres, si eres bien puta. ¿Cómo refutar eso si todos s
abían quién era yo?
Mientras el tiempo pasaba yo apenas haciendo cosas lograba aumentar mi fama: si voy a ser una puta, voy a ser la más grande de todas. Si me adueñaba del nombre entonces no me lastimaría.
Inventaba historias de proezas sexuales, yo seguía siendo una virgencita que no entendía siquiera cómo funcionaba el sexo y aún menos que pudiera ser placentero o incluso cosa de dos.
En la prepa tuve un novio formal, él sólo era mi novio para cumplir una apuesta de qué tan rápido me acostaría con él. Nunca lo hice y él, como todos, inventó detalles, encuentros y me convenció de mi status de puta.
Cuando me enamoré por primera vez y decidí acostarme con él me humilló al cuestionarme una y otra vez la cantidad de veces que lo había hecho antes.
Puta para siempre Puta.
Si yo no quería y él sí, ¿qué importaba?, era mi novio y yo una puta.
Puta para las demás mujeres, por ser abierta, por ser yo. Putas nos llamábamos de broma y a nuestras espaldas, ¡ve cómo se viste!, ¡si sólo busca sexo! Eres una putota, te encanta. ¿Quién más que una puta puede disfrutar del sexo?
Cuando por fin abrí lo que me pasó entre tanta violencia sexual, la respuesta fue clara: “es que ¡tú también! ¿por qué no hiciste nada? ¡Seguro que te gustó! ¿y qué? ‘traías puesta esa blusa? ¡Así cómo no!”
Crecí y dejé el status de puta atrás, me enamoré, casé y tuve hijas.
Creí ya no ser una puta. Me prometí nunca utilizar esa palabra para hablar de otras mujeres, no importaba cuánto o con quién se acostaran, cómo se vistieran, qué les gustara o hasta si se vendían por sexo. Cada quien, pensé.
Empecé a perdonarme, no por ser puta merecía la violencia, no las prostitutas se lo merecen sólo por dedicarse a eso. Nadie se lo merece.
Todavía el día de hoy no me la creo, no me creo que no fuera mi culpa, no me creo que yo no me lo buscaba. Sigo sintiendo vergüenza de mi cuerpo, de mí misma, de mis actos, de mis coqueteos; me siento responsable de cada vez que un hombre me agarró en el camión, de cada vez (sí, me ha pasado más de una vez) que un hombre se quitaba el abrigo y no había nada debajo, cada vez que me gritan “qué tetotas”.
Antes provocaba, luego comencé a explorar el poder de ser mujer y sentirme sexy sin sentirme puta. Me cuesta trabajo no pensar que una mujer que explota su sexualidad no es puta. Me duele pensar en los hombres que abusadores, viven cerca de mí, defendidos en su status de “ella se lo buscó”. Me cuesta pensar que no soy una de esas putas que se lo ganó.
Cuando tengo malos días y al cerrar los ojos veo el pene del tipo que me forzó a hacerle sexo oral, me cuesta no pensar que si yo no hubiera estado borracha, si yo lo hubiera mordido, si yo no hubiera tenido las boobs grandes, si yo no hubiera usado escote, si yo no hubiera sido puta, él nunca me habría lastimado así.
Es difícil dejar de pensar que todo es mi culpa, sobre todo cuando a mi alrededor todos me han llamado puta, cuando me han dicho: es que pobre no se pudo controlar, cuando por no haberlo matado o por no poder confrontarlo hasta este día de alguna manera me lo mereciera, de alguna manera era lo que se veía venir y él no tiene la culpa de no poder controlarse ante las insinuaciones de la grandísima puta.
Por todas estas cosas que me pasaron a mí y por muchas mas que les pasaron a amigas, familiares y conocidas esta causa me llama, esta causa me pertenece, porque quiero curarme, quiero gritar soy una puta y aún así no me merecía esto.
NO siempre es NO. Aunque sea dicho bajito, bajito. En un susurro. No siempre es No.
Porque me merezco más, porque nos merecemos más, porque merecemos vivir en una sociedad donde ser mujer no sea la respuesta a la pregunta : ¿por qué la violo?
Por esto marchemos el 12 de junio, la marcha de las putas. Nos vemos en la glorieta de palmas a las 2 de la tarde.
Info aquí https://www.facebook.com/event.php?eid=146610288746083
sábado, 4 de septiembre de 2010
de la catarsis de salir del closet
Esta vez no seré políticamente correcta, no daré datos y estadísticas, seré causa de polémica y sí, escribiré completa y totalmente de manera subjetiva.
Acerca de la orientación sexual y sus orígenes se ha escrito mucho (aquí mi texto al respecto), acerca de si es normal o no también, acerca de si es natural o una enfermedad, mucho más aún. Su situación legal ha sido parte de periódicos y noticias por muchísimo tiempo, y una gran cantidad de gente toma su postura con una radicalidad que cae en lo ridículo, como si la calidad de cada persona se midiera en función a su intensidad para argumentar su postura. El debate se centra en miedos y prejuicios personales, en experiencias propias, en fobias; nunca es objetivo, siempre lleva carga emocional. Ya sea porque en el fondo tengo miedo de ser gay, ya sea porque me dijeron que es malo y no lo cuestiono, ya sea porque soy homosexual y me he vuelto heterofóbico, siempre habrán razones subjetivas para luchar por causas sociales, nos incumban o no.
La realidad es que todas estas discusiones no tienen sentido, ser heterosexual, homosexual o bisexual es exactamente lo mismo; la sexología, psicología y la biología lo demuestran. Es como discutir si nuestro color de piel nos hace ser más o menos agresivos, más o menos enfermos, más o menos depravados.
La sexualidad es una parte importante de la vida, pero nunca nos define, el dejar que alguien nos defina por una pequeña parte de lo que somos nos convierte en cobardes.
¿Es fuerte? Sí, no podemos seguir permitiendo esta cantidad de etiquetas, de juicios de valor, que nos intenta definir y encasillar. Si algo sabemos de los seres humanos es que somos seres integrales, formados por millones de situaciones que nos hacen ser y actuar de una manera imposible, diría, de clasificar.
Por eso este llamado a la salida de lo que comúnmente se conoce como clóset, el abrir nuestra sexualidad, nuestra orientación para que se normalice, no podemos seguir esperando que los demás lo hagan por nosotros.
Me entristece la idea de tener que hacer esto, yo no voy por la calle y digo “hola soy x y mi orientación es z”, pero ahora es un momento en donde la normalización es vital para evitar este odio/miedo injustificado.
Los seres humanos tenemos derechos inalienables, ¿dónde está especificado que si uno decide compartir su vida con x persona esos derechos se pierden? Se necesita igualdad legal y se necesita que ninguna religión se meta con la legalidad de la igualdad.
Pero ahora es momento de entrar en catarsis, liberarnos y aceptar nuestra orientación con el mundo; de aceptar que amar a alguien o desear a alguien, sea quien sea, es algo que a nadie más debe interesar.
Claro, el salir del clóset es un movimiento emocional tan intenso que no es fácil, el miedo nos puede paralizar, el miedo al qué dirán, a la pérdida de amigos o al alejamiento de la familia, el tener miedo a decepcionar a las personas… Todos estos son motivos que deberían impulsarnos a hacerlo: quien nos ame de verdad no dejará de hacerlo, quien se decepcione es porque tenía expectativas falsas, quien se aleje necesita no sólo mucha información y educación sexual sino hasta a veces terapia, etc.
Necesitamos entender que si alguien nos rechaza por nuestra orientación sexual es la persona que lo hace la que está mal, no nosotros; él o ella necesita terapia y educación sexual, que quien nos tiene miedo o nos odia por ser quienes somos necesita comprensión y no al revés, y en estos casos cuentan hasta las personas que aceptan la homosexualidad pero como algo chistoso o como una situación de comedia romántica (algo que puede ser removido a discreción); todos ellos necesitan de nuestra empatía porque por lo general sus bases provienen de la ignorancia, del miedo y necesitamos educarlos, ¿cómo?, normalizando, saliendo del clóset, diciendo soy x y soy así; así soy yo, así naci y así soy feliz.
domingo, 18 de julio de 2010
Jueza de violencia de genero le quita la custodia a la madre por criar con apego
La jueza F.V.T., del Juzgado de Violencia Nº 2 de Barcelona, concedió la custodia de un menor a un padre denunciado por malos tratos, con problemas psicológicos que requieren tratamiento y medicación, y unas claras incapacidades parentales argumentando que la madre es asidua a un foro de crianza natural, practica el colecho (dormir con el niño en la misma habitación o cama) y a la que considera una madre permisiva por su afinidad a la crianza con apego.
Este tipo de crianza tiene como principios el respetar la evolución de los niños, el amor y el respeto ante sus necesidades y emociones, proporcionar un cuidado cariñoso constante, practicar la disciplina positiva y esforzarse para conseguir un equilibrio en la vida personal y familiar.
Sin embargo, y a pesar de ello, considerando este tipo de crianza como perjudicial para el niño de 2 años, la jueza ha dado la custodia definitiva, tras haberle entregado la provisional sin fundamento en el mes de diciembre de 2009, al padre del menor, habiendo sido éste denunciado por malos tratos y encontrándose en un estado depresivo que requiere tratamiento, tal y como lo demuestra el informe del SATAF, organismo público encargado de las pericias psicológicas.
En este informe pericial, se puede leer que el padre no es capaz de describir a su hijo, prever sus necesidades ni sentir empatía por el menor. Puede proporcionarle estabilidad económica por tener un empleo fijo (tiene un trabajo de vigilante de seguridad en el metro, con horarios rotativos) pero emocional e intelectualmente sólo la madre es capaz de cubrir esas necesidades. También se informa que el menor pasa la mayor parte de las noches que le corresponden al padre, con los abuelos paternos en casa de éstos y no bajo el cuidado del padre custodio, lo que le genera inestabilidad emocional y estrés al pequeño.
De la misma pericia se desprende que la madre tiene muchas herramientas para cubrir las necesidades emocionales e intelectuales, sus capacidades cognitivas, sociales, emocionales e intelectuales son óptimas y puede ofrecerle una gran estabilidad a nivel emocional, aunque insisten en el hecho que ésta sea extranjera y no tenga su familia aquí.
El padre desacredita la figura materna y prioriza la figura de los abuelos paternos por encima de la figura de la madre, quien a pesar de toda la situación, preserva la figura paterna en todo momento.
A esta magistrada se le hicieron llegar informes de la situación del menor donde se informaba de hechos contundentes relacionados con los serios descuidos que estaba recibiendo el niño por parte del padre, con pruebas concluyentes, sin embargo fueron rechazados y se negó actuar de oficio iniciando una investigación. Como agravante, en la sentencia se burla de dichos informes y acusa a la madre de utilizarlos de manera tendenciosa con el único propósito de desprestigiar al padre y quejarse de su manera de cuidar al menor. Actitud que ha quedada demostrada que no tiene la madre y confirmada por la psicóloga del SATAF.
A la madre se le fijó una pensión de alimentos inicial de 150 euros, en el Auto de Medidas Provisionales, basándose en los ingresos que percibe (una ayuda de 420 euros al mes) y ahora se decide que la misma subirá a 200 euros porque se demuestra que ha conseguido algunos clientes de su trabajo como diseñadora gráfica, y puede pagarlo. Incluso la jueza argumenta que el padre puede proveerle alimentos y sanidad cuando la madre es capaz de alimentarlo y vestirlo sin inconvenientes y la sanidad española es gratuita.
La sentencia argumenta que la madre no tiene ingresos suficientes para mantener al niño pero le aumenta la pensión, acepta sus amplias capacidades y herramientas parentales pero la acusa de permisiva por seguir unas pautas de crianza basadas en el respeto por su hijo y su evolución, dice que no tiene familia aquí con lo que intenta dar a entender que está sola y la deja sin su única familia (su hijo) y en una clarísima situación de exclusión social.
La sentencia será recurrida ante la Audiencia Provincial de Barcelona pero es importante difundir estos hechos, la jurisprudencia nos demuestra que no se puede poner lo económico por encima del bienestar emocional, muchísimo menos cuando una de las partes no está capacitado para ofrecerle estabilidad emocional e intelectual a un menor.
sábado, 27 de marzo de 2010
De foros y desmadres varios.
Esto claro antes de que yo me volviera una de esos personajes...entré al foro de las fanaticas de la teta, de las talibanas del colecho...etc etc etc...un foro de crianza con apego, crianza con respeto primero y mas importante a los niños y conciencia hacia procesos naturales que la sociedad ha terminado por robotizar; embarazos libres de tabúes y mentiras; partos respetados y llenos de información y amor; lactancias largas, indoloras e informadas. Aprendí palabras como colecho (dormir en la misma cama que tus hijos), y comprendí que el haber seguido mis instintos naturales (pre-foro) había sido lo mejor, deje mis culpas por hacer lo que se me daba la gana, entendí que no era necesario dejar llorar a un bebé para hacerlo mas fuerte o mas preparado para la vida y que la gente que te pide que lo hagas no tiene la misma información que yo.
Llegué a un mundo de información y pruebas científicas, de realidades que matan consejos y dicharachos, mitos y chismes de viejita; "toma agua de horchata para que tengas mucha leche, eso y cerveza", "los pulmones de los bebes se hacen mas grandes si los dejas llorar", "no lo cargues o abraces que lo vas a acostumbrar a que siempre vas a estar ahi"...etc etc.
En el foro conocí, doulas, parteras, enfermeras, artistas, mujeres y papás maravillosos, conocí a dos que tres freaks que se metían solo a causar problemas o a decir que una nalgada no hace daño a nadie, que dejar llorar no lastima y que los niños son mounstritos manipuladores...personas que fueron apaleadas a los tres segundos, pruebas científicas se les mostraban, estudios científicos, etc, nada parecía suficiente, culpas que cargaban por años, si yo lo hice asi por mucho que me demuestren que lo hice mal no lo voy a aceptar porque no soy un maltratador...
En los casi dos años que participe en el foro hice amigas como nunca he tenido, con una causa común, criar a nuestros hijos con amor y respeto ante todo. Con mamila? algunas, con cesárea? otras, con cuartos separados? muchas...pero todas sin jamás permitir una lagrima innecesaria...Una conciencia de que los niños son seres humanos y que no son ni estorbos ni mounstros, que son muchas veces mas inteligentes y que se merecen una infancia feliz porque la vida es muy difícil y al menos es nuestra responsabilidad darles eso, no hay mejor preparación para la vida que haber crecido entre amor, enseñarles a amar, y a dejarse amar, a respetarse y quererse a si mismos, libres de violencia.
De disciplina amorosa, de limites claros, de comunicación y confianza ante todo.
En este mundo recién descubierto encontré mi vocación, encontré respuestas para los metiches y encontré amigas y hermanas.
Lo triste llego hace semanas cuando los administradores del mismo foro tomaron medidas intransigentes para salvar su propio negocio online, se prohibió hablar mal de la administración, se trato a las foreras como jamás ninguna trataría a sus hijos, borrando posts, suspendiendo gente y nunca dando explicaciones...a pesar de que amo a la mayoría de las foreras que participan ahí no soporto y jamás lo haré que se tomen medidas injustas y que mermen la libertad de la gente con el pretexto de mantener el orden. Me suspendieron mi cuenta al entrar a un grupo de facebook que una amiga forera había abierto porque no le querían borrar sus mensajes o darla de baja; entré debo aceptarlo mas por curiosidad que por otra cosa, y leí su historia que desconocía, me pareció justo lo que ella pedía y continue en el grupo como apoyo a mi amiga por encima de cualquier foro, porque ella es un ser humano que quiero, la respuesta de la administración fue suspender mi cuenta; para quien no participe en foros sabrá que esto significa que no podía postear ni editar mis mensajes si no simplemente leer. Encabronada por la injusticia cometida hacia mi abrí otra cuenta para contarle a las demas foreras lo que me estaba haciendo la adminstración, al menos quería explicar que si se quiere estar en ese foro en particular se debe primero y ante todo no ser una ferrea defensora de la crianza con apego si no una lamehuevos de primera que acpeta todo y no se queja o habla de las injusticias por miedo a ser borrada o desaparecida...a los dos minutos el post ya no existía...aún mas enojada abrí otra cuenta y puse dos o tres posts para que me leyeran...la administración no pudo mas y cerró el foro...en una hora perdí el lugar que me había hecho tan feliz y a amigas que por cobardes, por lamenhuevos o por ignorancia no quisieron o pudieron creerme....
Me enteré de algunas que me acusaron con la administración y por lo cual se enteraron que había entrado al grupo del facebook en cuestión...entre mis contactos había soplonas...
Hasta el día de hoy, dos o tres semanas después sigo sin comprender que es lo que paso con este foro, como de ser un lugar de apoyo que sirve tanto para tantas mamas, papas e hijos, se volvió en un lugar donde uno puede ser silenciado por alzar la voz...
Me siento huérfana por momentos y triste por no no haber podido despedirme, por eso escribo aqui para quien me quiera entender y creer, para quien le interese y sobretodo para mi que de ser una que se burlaba de los ñoños de los foros ahora por las noches extraña leer y escribir de experiencias de maternidad en un lugar lleno de gente experta y maravillosa....
Me duele y eso me desconcierta porque jamás me imaginé no estar ahí...pero odio las injusticias, me dan asco los silencios forzados y no quiero pensar que mi estancia en un foro se parece menos y menos al besáme mucho de Carlos Gonzalez y más a Pedro y el Capitán de Benedetti.
Resumiendo, amo y extraño a las foreras....odio y me asquean las dictaduras...todo lo contrario a la crianza con amor y respeto....
Y me encanta que este es Mi blog y nadie me puede correr de escribir aqui por decir que blogger es una mierda, blogger o sus creadores...
viernes, 19 de marzo de 2010
Ya me arrepentí
carajo
domingo, 14 de marzo de 2010
regalos de cumpleaños...
Siempre me han encantado mis cumpleaños, como que puedo sacar mi egoísta interna, me encanta que me consientan y que me pelen, es el único día que en realidad puedo pedir esas cosas sin sentirme terriblemente culpable, puedo pedir atención, apapachos y hasta regalitos sin sentirme una culera, porque claro desde que soy mamá comprar algo para mi o hacer algo por y para mi es cada día mas imposible, no me importa mucho, pero mientras se va a acercando mi cumpleaños me voy llenando de ideas de todas las cosas que quiero hacer y que quiero tener, digo, si me da culpa y todo pero es un ejercicio positivo hacer lista de las cosas que mas que necesitar quiero...
asi que ahi va, solo por ejercicio y en plan a ver si el universo me lo manda, mi lista de regalos de cumple deseados pal 29 de marzo:
-quiero recuperar mi laptop que no hemos recogido del taller..
-quiero una cámara digital de hello kitty
-quiero el libro nuevo de Carlos Gonzalez
-mas que querer necsito ropa para el calor, en mi nueva vida no conte con el hecho de que hace un calor que no hace en el DF
-no tener mas deudas...
-mucho dinero amarillo y azul en el pet jijijiji
-un viaje a francia a ver a mi hermanito y uno a españa a ver a todas mis locas amigas (no pido mucho eh)
-y lo mas importante tener un dia muy feliz sobretodo disfrutando sin culpa de un dia en el que me apapachen...
jueves, 11 de febrero de 2010
Sin cinismos.
miércoles, 9 de diciembre de 2009
un ejercicio super positivo
viernes, 30 de octubre de 2009
YO también acuso
"En un mundo como el nuestro, que desprestigia la maternidad y la crianza, parece que el cuidado de los bebés y niños es un hecho anecdótico y aislado en la historia de la persona, que no tiene influencia más allá de la infancia, y por supuesto ninguna relación con la sociedad.
Vivimos como si funcionase así porque actualmente predomina una crianza mecanizada: de biberón en vez de lactancia, de chupete en vez de consuelo, brazos o teta, de guarderías en vez de madre, de cunas alejadas de la habitación de los padres, de muñecos que imitan el latido cardiaco, de hamacas y columpios varios, de cámaras para vigilar al bebé en la distancia, de CDs de nanas o susurros, etc.
Sin embargo, la crianza sí influye en la edad adulta y por tanto en toda la vida de la persona, y sí determina el cómo es la sociedad. Y sus consecuencias son de tal envergadura y profundidad que llegan a explicar el grado de violencia que vive cada cultura.
A pesar de otro tipo de factores como genéticos, económicos, etc. la variable que mejor define el nivel de equilibrio emocional de una sociedad es el tipo de cuidado que dispensa a sus niños y a las personas de quien depende, su familia. Y nos encontramos entonces con 2 grandes grupos de modelos de crianza y de vida: violentos o pacíficos.
La diferencia entre ellos radica en el tipo de parto, la separación temprana madre-bebé, la existencia de lactancia prolongada o no, el respeto a las necesidades de los niños de día y de noche, el contacto piel con piel que se establece, el número de adultos-cuidadores por niño, la rapidez de respuesta ante el llanto,… y en definitiva, en si existe una crianza de apego o desapego.
Los pueblos poco afectivos con sus crías y con poco contacto piel con piel presenta altos niveles de violencia en la edad adulta. Sin embargo la agresividad es casi nula entre los pueblos que mantienen un contacto muy estrecho y continúo con sus hijos.
Los antropología han constatado este hecho innumerables veces, pero, por si quedaba alguna duda, la moderna psiconeuroendocrinología también lo ha confirmado y justificado: a menor contacto con un bebé, menos protegido y más temeroso se siente y más adrenalina segrega su cerebro. En cambio, a más afecto, contacto y amor, más se activan los circuitos cerebrales de la serotonina.
Teniendo en cuanta la plasticidad cerebral de los primeros años de vida, y cómo las experiencias modelan la arquitectura neuronal y la personalidad del adulto, el predominio de una u otra hormona crea individuos distintos. El contacto físico y emocional constante con la madre (la primera fuente de amor) es lo que asienta los sistemas cerebrales del placer y crea personas seguras, confiadas y amorosas. Cuando el niño no recibe el afecto que necesita se crea una cultura basada en el egocentrismo, la violencia y el autoritarismo.
Cada autor lo ha nombrado de forma diferente: desamparo aprendido, indefensión, aprendizaje de la impotencia, desesperanza, sumisión, … pero en el fondo todo es lo mismo: sufrimiento y resignación, que determinan una actitud fría hacia el mundo y hacia los demás y que sólo en determinadas circunstancias pueden ser revertidos.
Podríamos creer que todas estas teorías de las hormonas y el apego sólo funcionan con tribus remotas y no en una sociedad con mp3, cirugía estética, hipoteca y rayo láser. Pero no es así.
Esa adrenalina y agresividad nos define también a nosotros y explica el grado de devastación al que hemos sometido a la Naturaleza, el injusto orden internacional, las cifras de miseria y hambre, y la violencia entre los países y en el seno de las propias familias.
¿Cómo hemos llegado a esto? Aunque las explicaciones son múltiples, la más potente y brillante (para el sistema) ha sido perturbar la relación madre-hijo que la naturaleza ha previsto para velar por el desarrollo físico, emocional, intelectual y social de una persona.
Atacando el apego desde la raíz se consiguen ciudadanos vulnerables, siempre necesitados y anhelantes de algo más, desorientados, sumisos y dependientes de una sociedad consumista y devoradora.
Pero para lograr una ruptura tan radical se necesita un engranaje de diferentes actores que consigan cegar totalmente el juicio y el instinto de las madres. Lo consiguieron. Y estas son mis 15 acusaciones:
1. Acuso a la industria farmacéutica de haber convertido todos los procesos naturales de la mujer en enfermedades tremendamente rentables: menstruación, anticoncepción, embarazo, parto, lactancia, crianza y menopausia.
2. Acuso a la píldora anticonceptiva (y todos los productos hormonales en general en mujeres sanas) de haber alterado totalmente nuestro delicado equilibrio endocrino y de robarnos los mensajes intuitivos que llegan del inconsciente con las diferentes fases del ciclo menstrual femenino, por la relación entre ovarios, determinadas hormonas y actividades de hemisferios cerebrales. Este es uno de lo problemas de base sorprendentemente ocultado. Las mujeres no se desconectan en el parto de sí mismas por primera vez, sino que llevan años desvinculadas de la sabiduría femenina ancestral y más unidas a un laboratorio que a su propio cuerpo.
3. Acuso al negocio de la fecundación artificial de aprovecharse de las mujeres desesperadas por concebir y someterlas a dolorosos, caros y largos procesos, en vez de analizar las causas verdaderas (y subsanables) del fracaso en los embarazos, y que nos obligarían a replantearnos el ritmo y el estilo de vida que llevamos a todos los niveles.
4. Acuso a la industria de la alimentación de su macabra y eficaz estrategia para convencer a medio siglo de mujeres y conseguir que la leche de un animal (cuyo cerebro es mucho menor que el humano) tratada químicamente, suministrada en plástico, y por manos frías, muchas veces, haya suplido al calor, amor y el milagro de una teta blandita. Este triunfo económico ha significado una condena a muerte a millones de niños en países poco desarrollados, y alto riesgo de enfermedades, menos nivel cognitivo y desapego en los países ricos. Ausencia de lactancia significa ausencia de oxitocina y menos enamoramiento madre-hijo, y a partir de aquí una larga cadena de conductas artificiales.
5. Acuso al sistema obstétrico de haber convertido la normalidad del parto en patología, de haberlo medicalizado hasta el delirio de 50% de cesáreas en algunos países, de no haber respetado la extrema fragilidad del recién nacido y de haber convertido el sagrado acto del nacimiento en una mera extracción y manipulación de bebés.
6. Acuso a los pediatras de haber confundido sus creencias y prejuicios con la verdadera ciencia, de haber frustrado millones de potenciales lactancias exitosas con falsas normas, de haber convertido en enfermedad una pauta de sueño mamífera y de anteponer sus criterios a las recomendaciones de la OMS.
7. Acuso a los neurólogos y psiquiatras de sobre-diagnosticar la hiperactividad, y de drogar y anular a una generación de niños (a pesar de los constatados y denunciados efectos secundarios) con Ritaline/Rubifren: la cocaína pediátrica
8. Acuso a los psicólogos de medrar a costa de todos los errores del sistema en crianza, de no hacer honor a su nombre (psiqué=alma), de crear teorías que han justificado la continua domesticación de los niños anulando el leve instinto materno que quedaba (sobreprotección, falta de límites, permisividad por consentir demasiado, malcriar, etc.), y de haber inventado una falsa socialización temprana que no existe hasta mucho más tarde ( 6-7 años cuando queda establecida la lateralidad cerebral).
9. Acuso a los falsos gurús de crianza: Spock/Ferber/Valman/Estivill y secuaces conductistas de hacer apología de métodos de socio-tortura y vender insensibilidad, crueldad y falta de respeto hacia los niños. Si hubiese un Tribunal de la Haya Emocional, todos estos personajes habrían sido condenados por sufrimiento a la Humanidad.
10. Acuso a las feministas clásicas de haber mutilado a las mujeres humillando nuestra feminidad y maternidad, y de haber vendido a nuestros hijos por una falsa liberación que simplemente fue un cambio de lugar de opresión, y que perpetuó y potenció el sistema y los valores dominantes: masculinidad, competencia, depredación, jerarquía. Nunca hubo ninguna revolución social, sino un continuismo con otra cara. Sí es compatible el trabajo y la crianza, pero para eso hay que transformar el sistema y no abducirnos a nosotras y abandonar a las criaturas.
11. Acuso a las revistas femeninas de fomentar modelos de mujeres descerebradas, consumistas, siliconadas, hipersexuales que cuando tienen hijos se convierten en madres virtuales que atienden por control remoto a sus criaturas a golpe de Visa y continúan con su estresante vida sin inmutarse ni un tacón.
12. Acuso al sistema educativo de precocidad, de tener planes obsoletos que no responden a las verdaderas necesidades de aprendizaje a través del juego y la libertad de expresión, de fomentar la sumisión y obediencia e impedir los procesos de pensamiento independiente y creativos que permiten encontrar el propio camino en la vida .
13. Acuso a toda la sociedad de ser adultocentrista y haber excluido a los bebés y niños de la vida diaria, de infravalorar la maternidad y crianza considerándolo una pérdida del talento de la mujer pero sí valorar a ésta como productora dentro del sistema económico (ni como reproductora ni como cuidadora).
14. Acuso al estado de Bienestar de haber secuestrado la vida de los bebés encerrándolos en guarderías tempranas que se convierten así en una especie de “orfanatos de día” bien decorados, mientras obliga a sus dos padres a trabajar lejos de casa para subsistir en un modelo de vida asfixiante, de haber pasado del concepto de “se necesita una aldea para criar un niño” a la soledad y el desamparo de 8 bebés por cuidadora, de tener unas políticas de conciliación familiar-laboral miserables, de ausencia de ayudas familiares decentes, y evidentemente de haber creado una sociedad del malestar en la que según la OMS en el 2020 la depresión será la segunda enfermedad.
15. Y por supuesto, acuso a las mujeres de no escuchar su corazón ni su instinto, de haber sacrificado a sus hijos para que el sistema los devore (porque ellas ya lo estaban), de acceder a la maternidad y parto con muy poca información y por tanto con una actitud de niñas dóciles que delegan su papel en los demás, de no luchar o exiliarse de este injusto modelo económico ni siquiera dentro del hogar, sino de dirigir la rabia y frustración (consciente o no) contra sus hijos, insensibilizándose ante su llanto y llamadas nocturnas, de obsesionarse por el adiestramiento y las normas (que en el fondo les ayudan a ellas a tener una estructura y orden y a desculpabilizarse de su abandono real), y de centrar todas sus fuerzas en aspectos externos al hogar.
Estos 15 agentes han hecho que llevemos varias décadas con una crianza impregnada del espíritu light de Herodes: subestimar la importancia de satisfacer plenamente los instintos y necesidades de la infancia, y han creado una sociedad DES-MADRADA, no amorosa, no segura de sí misma, no empática con los demás, que es la causa del estado actual de la Tierra.
Afortunadamente esta situación nunca ha sido 100% generalizada y siempre ha habido pediatras, neurólogos, ginecólogos, comadronas, psicólogos, revistas, colegios y madres y padres disidentes de la crianza oficial, que han sufrido muchas burlas, incomprensiones y zancadillas sociales, pero que han mantenido la luz encendida para todos los que venían detrás con los ojos abiertos.
Ese modelo de desapego nos ha obligado a estudiar e informarnos en profundidad (a veces más que muchos profesionales), nos han obligado a citar continuamente a la OMS, a husmear en los estudios antropológicos, a entender el efecto del cortisol y la alteración de la amígdala, a comparar diferentes culturas, a conocer las ayudas de maternidad del norte de Europa, etc. Pero nos han hecho fuertes.
Y por ello, ha llegado la hora de dejar de justificar la crianza mamífera como preferencia caprichosa personal, y de trasmitir que es la única salida posible para el planeta. Y podemos gritar con orgullo que las evidencias científicas, el instinto, la historia del mundo, el corazón y la Ética están de nuestro lado.
Estamos en un NUEVO PARADIGMA que es el de la maternidad consciente, vocacional y amorosa en total consonancia con otras transformaciones sociales: alimentación más sana, respeto y preocupación por el medio ambiente, auge de las medicinas naturales y alternativas, energías verdes, nuevas formas de espiritualidad, etc.
La pregunta ahora no es qué tipo de crianza eliges, sino en qué tipo de mundo quieres vivir: en el actual de niños y padres separados, dominio de la adrenalina y la frustración, o en un mundo de oxitocina, amor, fusiones emocionales y bienestar.
La Política tendrá que hacer sus deberes y subir el PIB de ayudas a familias del 1’1% actual (en España) a más del 2% que es el nivel europeo, aumentar la baja de maternidad, fomentar la creación de espacios familiares, grupos de maternidad y ayuda mutua en el cuidado para compensar el aislamiento y soledad de tantas familias en nuestra sociedad, etc.
Pero las que verdaderamente debemos cambiar el estado de cosas y la mentalidad social somos nosotras: las propias mujeres.
La mujer que gesta y trae al mundo un hijo también gesta de alguna manera la sociedad. En su embarazo, parto, lactancia prolongada y apego con su hijo se gesta la salud física, emocional del niño, su capacidad de amar, de relacionarse con el mundo, su respeto a la vida, su alegría de vivir y su dignidad. Esto es sencillamente: PODER, y, para evitar que lo tengamos, han hecho todo lo posible por desapegarnos de nuestros hijos, ya que los humanos criados de esta manera son sabios y no comulgan con un modelo de sociedad basado en tantas mentiras e injusticias."
Artículo copiado del blog maternidad continuum...
La lactancia es el acto más subversivo contra la sociedad actual: es gratuita, crea hijos sanos y felices, colmándoles el estomago, el corazón, los chakras y el alma. En la lactancia hay una parte que todavía no nos han explicado y es la LACTANCIA CUÁNTICA, la unión entre el bebé y el Universo a través de la madre. La lactancia es la alquimia de la vida y es la transmisora del conocimiento ancestral de millones de mujeres a través de una cadena energética de amor. Por ello, hay que defenderla, normalizarla y apoyar su uso como medida prioritaria.
Ahora parece que somos pocos, como una insignificante ola en medio del océano, pero seremos millones, y esa ola se convertirá en un tsunami que cuando llegue a la costa arrasará el Sistema. Los nuevos tiempos nos acompañan.
Otro mundo es imprescindible y está al alcance de la mano con tan sólo tres requisitos: oxitocina, apego y conciencia.